jueves, 18 de marzo de 2010

Matizaciones sobre la primera vuelta para no ir engullendo temas como los pavos


¡Hola, pironautas!

Han operado a mi madre. Afortunadamente, no es nada serio y espero tenerla de vuelta en casa en breve. La cuestión es que no dispongo de mucho tiempo, así que voy a copiar aquí el fragmento de un mail que escribí a una opositora y que contiene algunas recomendaciones para que la primera lectura sea ágil pero, al mismo tiempo, no se convierta en un veloz atracón de datos y temas que puede acabar saturándonos.


Creo que teniendo en cuenta el tiempo que te has marcado para esta vuelta, y que lo que queremos sobre todo es familiarizarnos con el material y con el temario, es mejor dejar anotaciones y aclaraciones para más adelante, más que nada por cuestiones de tiempo. Puedes ir subrayando títulos y palabras que te llamen la atención dentro de los párrafos, pero las anotaciones ralentizan bastante la lectura y pueden dificultar una primera visión de conjunto del tema.

Es importante que en esta vuelta vayas rápido, digamos con agilidad, pero también es verdad que se puede correr el riesgo de empezar a tragar páginas como los pavos y tener la sensación de que no te enteras de nada. Sin embargo, tienes que recordar que tu misión en esta vuelta NO es entender y retener
todos los detalles, sino familiarizarte con el esqueleto principal de los temas, con su armazón y, si eso, quedarte con algunos detalles.

Una manera de hacer esto es empezar leyendo sólo los títulos y subtítulos del tema y luego intentar explicarte a ti misma de qué va o qué vas a leer. Después haces la lectura sin regresión e intentas recordar de qué va el tema, pero sin detalles, un mini resumen como si te lo estuvieras explicando a ti misma o a un oyente. En realidad este resumen será bastante parecido a lo que te has explicado antes de leer, así que puedes hacerlo sólo al principio o sólo al final, o las dos veces, como tú veas. Un ejemplo de este mini-resumen-explicación podría ser:

"Muy bien, pues me he leído el tema de trastornos de la alimentación. Primero he visto un poco de historia. Después he empezado con anorexia nerviosa: criterios del DSM, curso, prevalencia, comorbilidad con otras enfermedades... Después algo sobre factores de riesgo y tratamientos. Con la bulimia nerviosa sigue más o menos la misma estructura. Después hay una parte de trastorno por atracón y de obesidad, que no salen en el DSM pero que también pueden tener causas y consecuencias psicológicas, así que tienen sus teorías y tratamientos para intentar abordarlos desde nuestra profesión".

Si esto no te sale del tirón, que es muy posible, le vuelves a echar un vistazo al tema, pero sólo a títulos y apartados para poder tener una visión de conjunto como la de arriba. De esta forma la primera lectura no debería ocuparte mucho tiempo, pero así también tendrás la sensación de que estás asentando conceptos y asimilando la información más importante.

Las anotaciones, dibujos y demás te van a servir más en la fase de profundizar y razonar detalles, así que yo lo dejaría para las vueltas siguientes, igual que lo de buscar el significado de los términos que no entiendes. Además, con los apuntes de Estrella me ha pasado alguna vez que no entiendo un término pero está explicado en ese mismo libro más adelante, o en otro libro distinto.


Os dejo, que me tengo que ir a comer y luego al hospi. Abracitos y ánimo.

viernes, 12 de marzo de 2010

La primera vuelta


Una pregunta que me han hecho ya varias veces es la siguiente: ¿Cómo doy la primera vuelta?

En realidad, a esa pregunta le falta una palabra. Concretamente una palabrota. Lo que de verdad quieren decir cuando preguntan es ¿CÓMO COÑO DOY LA PRIMERA VUELTA?

La mayoría de los aspirantes a PIR nos enfrentamos a una oposición por primera vez en nuestra vida. Lo más que habíamos estudiado antes era un tocho concreto para una asignatura determinada. La primera vuelta, en esos casos, no nos llevaba más de unos días, y cada uno la hacía un poco a su manera: leyendo, subrayando, haciendo esquemitas... Además, al estudiar durante un periodo corto, podíamos ir adelantando trabajo y memorizando de forma seria desde el principio, porque el tiempo transcurrido hasta el examen era breve y la interferencia entre los temas, mínima.

Ahora nos enfrentamos a un volumen enorme de material. La diferencia entre hacer esquemas o no hacerlos, o entre subrayar más o menos, puede suponer tardar varias semanas más, y en el PIR el tiempo es oro. Para colmo, algo nos dice que para cuando empecemos la segunda vuelta, el poco conocimiendo que estamos acumulando habrá volado de nuestra cabeza.

Lo primero que hay que tener claro es que no puedes abordar el estudio del PIR como abordarías el estudio de Historia de la Psicología en primero de carrera. Para saber qué tienes que hacer en la primera vuelta, lo primero que tienes que adquirir es una visión a largo plazo. Tienes que saber a dónde quieres llevar para empezar a cumplir con tus objetivos.

Cuando uno estudia para un examen su objetivo es retener en un tiempo variable, normalmente entre unos días y un par de semanas, una información de forma lo más detallada posible. Que puedes escupir esa información en un examen y olvidarla en unos días está más que demostrado. Hay asignaturas de la carrera de las que apenas recuerdo el temario que se daba. Sin embargo, para el PIR tu objetivo es retener a muy largo plazo un volumen grande de conocimientos con un grado importante de detalle. ¿Cómo hacemos esto?

Recordar a largo plazo tiene tres claves: dar significado, integrar y repasar. En el PIR no podemos limitarnos a recordar palabras sueltas o a aprender de memorieta, confiando en que el efecto recencia nos va a sacar del apuro. Todo lo que aprendamos tenemos que comprenderlo, integrarlo en la estructura de conocimiento que ya tenemos y repasarlo. La idea es que los contenidos del examen estén vinculados a nosotros, agarrados a nuestros conocimientos previos y tan fácilmente accesibles como los recuerdos de nuestra vida.

En este sentido, el error más fácil que se suele cometer (y que yo cometí) en la primera vuelta es, de hecho, intentar llevar a cabo las tres fases del tirón. Comenzamos con el primer capítulo del primer libro de la primera materia. Lo subrayamos en tres colores. Lo vemos complicado, así que nos hacemos un esquema en cuatro colores. No entendemos el segundo párrafo de la tercera página, así que nos vamos a Google, encontramos un monográfico en "El Rincón del Vago", lo leemos, ampliamos nuestro esquema, preguntamos en el foro y ahí lo tenemos: nos hemos aprendido cojonudamente bien el primer capítulo de la primera asignatura del primer tema del PIR.

A este paso, tardaremos en dar la primera vuelta mucho. Muchos meses. Y después de muchos meses, querido lector, debo decirte algo: seguro que ya no te acuerdas ni del subrayado, ni del esquema de colorines, ni de la ampliación de Google, ni de lo que te contaron tus colegas del foro. No por nada, sino porque en esos seis meses habrás hecho dieciochomil esquemas más y habrás resuelto otras dieciochomil dudas. Tiempo+interferencia=olvido seguro. Y no lo digo yo; lo dice Ebbinghaus.

Trabajando de esta manera, también se pierde mucho tiempo, no sólo porque olvidaremos gran parte de lo aprendido, sino porque es probable que hayamos empleado nuestro esfuerzo en tareas que podrían haber sido más fáciles o hasta prescindibles. Por ejemplo: imagina que la duda que tenías viene explicada más adelante en otro libro. O que el esquema que has hecho lo incluye tu manual en el anexo, pero no te habías dado cuenta. O, todavía peor: que de ese tema sólo ha caído una pregunta en toda la historia del PIR, y estudiárselo con ese nivel de detalle es absurdo.

Por esto, la primera vuelta debería ser sobre todo de reconocimiento. Una aproximación bastante rápida al material que nos permita hacernos a la idea de lo que tenemos delante. Tu objetivo para esta vuelta es: tener una idea clara acerca del contenido de las asignaturas y saber de qué va cada tema. Para que te hagas una idea, estás construyendo los cimientos de la gran casa de conocimiento que va a ser el PIR. No se construye una casa habitación por habitación. Nadie levanta por ejemplo un baño, lo pinta, arregla y decora para luego empezar con la cocina desde los cimientos. Cimenta primero toda tu casa, que ya le pondrás chorradas de IKEA más adelante.

Algunas recomendaciones para la primera vuelta:
- Lee rápido. Aprovecha para intentar mejorar tus técnicas de lectura rápida. No te preocupes si te da la sensación de que no te enteras muy bien de algunas cosas. Recuerda que estás ahorrando en regresión para ganar en relectura, y eso a largo plazo será bueno.
- Si no entiendes algo, ponle un interrogante y continúa, a no ser que ese algo sea esencial para comprender todo lo que viene a continuación. La mayoría de las veces, tu duda se habrá resuelto antes de que empieces la segunda vuelta, y no te acordarás siquiera de por qué pusiste ese interrogante.
- Subraya poco.
- Plantéate límites de tiempo ajustados. Esto tiene su explicación en la ley de Parkinson, que es aquella famosa ley por la que "el trabajo crece hasta llenar el tiempo del que se dispone para su realización". Si queremos tardar menos, debemos disminuir el tiempo que nos marcamos para completar una parte del planning. No te asustes ni te agobies por los plannings ajustados. Lo más que te puede pasar es que tengas que añadir días. Cuando uno estudia por su cuenta, el riesgo de atascarse o de ir demasiado lento SIEMPRE es mucho mayor que el riesgo de agobiarse por el planning.

El próximo día: "Matizaciones sobre la primera vuelta para no ir engullendo temas como los pavos".

PD: ¿¿No os parece que la imagen del principio es increíblemene apropiada?? Si excluimos el detalle de que el tío está desnudo. Pero es un camino para acercarse dando vueltas a un objetivo que reluce como el sol.

domingo, 7 de marzo de 2010

Lectura rápida 2 y 3: lectura fotográfica y no subvocalización


¿Cómo va esa lectura sin regresión? No os preocupéis si os da la sensación de que perdéis información. En realidad, perdéis mucha más información cuando leéis despacio o volviendo al párrafo anterior.

Ayer pasé la tarde con unas amigas y al final sacamos la guitarra y estuve tocando un rato. Me puse a versionar "La Primavera Trompetera", de Los Delinqüentes, una de mis canciones favoritas del mundo mundial, en plan lento/romántico, y a mitad del estribillo me perdí. "Claro", dijo una de mis amigas, "es que si vas despacio te pierdes con más facilidad". Y yo pensé, frikimente: "Eso es como la lectura y el estudio, lo tengo que contar en el blog para que los lectores lo vean en plan práctico".

Bueno, pironautas. La segunda y la tercera parte de la lectura rápida, en general, van juntas. La segunda parte importante consiste en la lectura fotográfica.

Esto lo explica Ramón Campayo en su libro "Desarrolla una mente prodigiosa". Os lo resumo de memoria, porque ahora mismo no sé dónde he metido el libro.

La lectura fotográfica no tiene nada que ver con la memoria fotográfica. No penséis que se os van a quedar las páginas grabadas en la mente, porque no es cierto. La idea es cambiar la manera en que movemos los ojos sobre el papel. En lugar de deslizarlos sin parar por las líneas, intentaremos abarcar un grupo de palabras durante un instante y después pasaremos al siguiente. Para esto es muy importante ampliar nuestra visión periférica: más información sobre este tema aquí y aquí (recordad que al final de cada artículo de El Arte de la Memoria vienen enlaces a otros artículos relacionados, así que yo os podré el vínculo de los que considero el punto de partida y a partir de ahí podéis ampliar tanto como deseéis).

Para conseguir leer de esta forma, por grupos de palabras en lugar de por palabras individuales, nos ayudaremos de la guía visual. Se trata de utilizar un bolígrafo o un lápiz para ir señalando en cada renglón el final de cada grupo de palabras. En principio podéis empezar con grupos de tres o cuatro palabras, para después ir ampliando poco a poco. La verdad es que en este sentido no sé qué indicaciones iniciales daros, porque mi velocidad de lectura inicial y mi visión periférica ya eran bastante buenas y empecé con grupos grandes de palabras, pero no os preocupéis: mientras más grande sea el grupo, mejor, pero sin agobios.

La idea es resolver cada vez en menos saltos los renglones, de forma que al final podamos hacerlo de dos golpes de vista o incluso con uno solo (yo aún no he conseguido esto). La idea es lógica. Si tardamos lo mismo en cada salto, mientras menos saltos necesitemos para leer, más rápido leeremos.

Si queréis que este punto del entrenamiento en lectura rápida funcione, es importante combinarlo con el tercer pilar de esta técnica: la no subvocalización. Aquí, aquí y aquí tenéis tres artículos para empezar a leer sobre el tema.

La cuestión es que si uno subvocaliza, la lectura fotográfica por grupos de palabras no le servirá para nada, porque el habla interior seguirá yendo más despacio que la vista y ralentizará nuestra velocidad de lectura. De la misma forma, si uno intenta no subvocalizar, pero lee mirando las palabras una por una, sin utilizar ni la lectura fotográfica ni la visión periférica, irá tan despacio que no subvocalizar resultará imposible.

Algunas de mis técnicas para no subvocalizar son:

- Tararear mentalmente alguna melodía sin letra. Una que me iba muy bien por el ritmo que tiene es el Bolero de Ravel (no soy una esnob, ¿vale?), pero cualquier pieza de clásica, o incluso si os gusta el jazz u otro tipo de música instrumental, puede servir.
- Dar golpecitos con los dientes. GolpecITOS, que no quiero precipitar a nadie por el camino del bruxismo. Tampoco recomiendo abusar de esta técnica, que puede causar tensión en las mandíbulas. Una alternativa es chasquear la lengua con suavidad.
- Repetir mentalmente una sílaba, por ejemplo "ta-ta-ta-ta".

Personalmente, todavía no he llegado al punto de no subvocalizar nada-nada. En general pronuncio mentalmente palabras sueltas de los textos que leo. Cuando leo despacio, por ejemplo al corregir mis textos o mientras estoy escribiendo algo, sí que subvocalizo. Lo que sí es cierto es que desde que al estudiar dejé de "leer interiormente" frase por frase, mi velocidad de lectura ha aumentado espectacularmente.

Como dije al principio, con la lectura rápida no es conveniente agobiarse. Llevamos leyendo de forma distinta muchísimos años, y es normal que al principio nos cueste y nos sintamos atascados. Intentemos avanzar por el texto incorporando buenos hábitos, y poco a poco empezaremos a cosechar sus beneficios.

Saluditos y mucho ánimo.

PD: Os pido disculpas por el ritmo de actualización del blog. Estoy un poco baja de ánimos y liada con el tema de la plaza, y el tiempo que paso en Internet lo ocupo casi todo el rato en buscar información de los hospitales. Pero bueno, intentaré darle más vidilla a esto, sobre todo ahora que he terminado con las introducciones y puedo dedicarme más a técnicas de estudio aplicadas específicamente al PIR.

Abracitos.